domingo, 14 de diciembre de 2014

DJ Tradicional VS. DJ Contemporáneo (3/3): Conclusión & Cabos Sueltos




CONCLUSIÓN:

A través de la catalogación y el contraste hemos comprobado la clara existencia de dos escuelas o filosofías de pinchar a nivel profesional. La definición resalta un valor clave diferente para cada una

El tradicional se vale de la selección y la técnica, pues ambos factores ya simbolizan esfuerzo y dedicación. El contemporáneo, pues, ha de dedicarse a llevar el sonido más allá de donde se queda el vinilo. Está obligado a eso, pues la tecnología se ocupa de los factores más primarios. Por eso es totalmente legítimo utilizar herramientas como el SYNC y similares, pues el verdadero trabajo en la disciplina contemporánea empieza donde las capacidades tecnológicas del vinilo acaban.

Es necesario conseguir que el público aprenda cual es el factor en el que ha de valorar y concienciarlo para ello, pues si todo lo que haceos va en función de la audiencia también es nuestra obligación educarla.  

Ahora que ambas tendencias dominantes han quedado claras es obligación de cada cual llevar sus valores al máximo para dar lo mejor que cada una puede ofrecer.



CABOS SUELTOS:

Algunas ideas sobre el tema que han quedado sueltas y que considero importante repasar.

-Entiendo al DJ profesional como el DJ que mezcla porque es así como se funda del concepto en los 70, cuando aparece el DJ de club.

-El llamado DJ de bar, aunque use esa nomenclatura por extensión, no merece usarla pues la reproducción de temas uno detrás de otro por vía digital se da en géneros musicales cuyo público no requiere o valora la mezcla de estos, por lo tanto el trabajo no es realmente diferente al de una lista de reproducción. Si tu trabajo se parece mucho al de una lista de reproducción, es que probablemente no seas DJ. Con todo, la clave de tu respetabilidad como DJ está en la involucración humana en el trabajo, en la propia indispensabilidad que hace necesario algo más que la máquina.

-Dentro de movimientos y estilos como el reggae, el heavy, los mods, rockers, etc, existe también la figura del DJ, aunque también existe error en la nomenclatura. En estas tendencias el público no exige técnica (mezcla), pero sí selección, por lo que a los que pinchan así se les llama selectores. Esta forma de encarar una sesión también es válida (incluso fuera de dichas tendencias), aunque se adolece de la pérdida de magia tras la aparición de internet y la tasación global de discos que han hecho, como digo en el artículo, que el factor económico se excesivamente condicionante.

-Al margen del formato en que se pinche o de la existencia o no de mezcla, el DJ ha de entender que el trabajo tiene un factor creativo indispensable, por lo que es necesario el desarrollo y publicación de sesiones grabadas. Poner a circular tus mixes/selecciones te dan un valor propio más allá del garito y ante todo demuestran tu inquietud a la hora de abordar la profesión. Las sesiones también quedan parar la posteridad, permitiendo ser valorado justamente en el futuro si no lo estás siendo en el presente. Te sirven de promoción y para autoevalutar tu progreso. Grabar sesiones es un ejercicio necesario.


martes, 9 de diciembre de 2014

DJ Tradicional VS. DJ Contemporáneo (2/3): Contraste




CONTRASTE:

En un rápido vistazo podemos sacar conclusiones claras e importantes. Pinchar en vinilo tiene notoriamente más mérito físico que hacerlo en digital. Pinchar en digital permite un grado de creación más amplio y barato. Pero con menos mérito que el hacerlo en vinilo. Y hacerlo en vinilo es caro, etc. Así podría seguir, pero la idea es clara: Ambas opciones requieren dedicación y tienen su mérito, pero aunque tengan un fin común (la ambientación musical), no se las puede llamar igual a día de hoy.

Por otra parte, ¿quién dejaría de decir que es DJ con lo vacilón que siempre ha quedado desde que el término existe? De ahí el dividirlo entre tradicional y contemporáneo. Reconociendo los méritos y responsabilidades de ambas opciones es como uno alcanza la paz.

Pero aún con todo este avance catalogador que pretendo hacer, me sigue quedando un razonamiento turbio. Lo expondré:



Uno de los puntos a favor del vinilo es la automática garantía de que toda la pericia en cuanto a selección y técnica ha sido entrenada, buscada y estudiada. En digital, aunque elijas no hacerlo, el público no tiene una garantía total de que lo que está oyendo sea auténtico. De que la aportación que esté haciendo el DJ al resultado de lo que se está escuchando es real. A pesar de esto, la opción moderna es la que siempre ha estado en boga.

Es aquí donde, como DJ, me pregunto: Una vez alcanzando el equilibrio proporcionado por la catalogación, ¿no será lo más lógico asumir todas las posibilidades tecnológicas de la modernidad, hasta las últimas consecuencias? Partiendo de la base de que siempre va a existir una duda sobre la pericia de lo que estás haciendo, ¿para qué luchar?, ¿por qué perder el tiempo en la técnica cuando puedo dedicarlo al sonido?, ¿por qué perder el tiempo en, por ejemplo, cuadrar los temas cuando la propia máquina te está quitando ese trabajo para que te centres en otros elementos? Además, ambas posibilidades abogan por un elemento diferente como estandarte. En el método tradicional prima la técnica como forma de autentificación. En la escuela contemporánea todo es sacrificado por la experiencia sonora. ¿Por qué voy a pretender mantener los valores de un método en el otro, cuando la valoración total y el respeto del público (último beneficiario de toda esta movida) no está totalmente garantizado?



El factor clave, pues, es la percepción del público. Si el pinchar en vinilo, por el hecho de ser más físico y simbólico genera una veracidad automática, habrá que focalizar cual es el valor sobre el que se cimienta el método contemporáneo para que los practicantes del mismo se proyecten hacia él. Este valor es la experiencia sonora.


Si cada disciplina tiene un valor, el DJ de cada una tiene la obligación de llevarlo hasta sus máximas capacidades. Ahí es donde hallará la culminación de sus esfuerzos.

Parte 3.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Huracán y Tornado


Los dos tan fuertes, los dos tan bravos
Apenas sabemos por qué giramos
Dejando un solar a nuestro paso
Vivir derramando el vaso

Siendo igual de temidos, somos tan diferentes
Pero el amor vivido no vuela porque sí
Simple aire arrasando polvo y gente
Es mucho más fácil que un rato sin ti.

Ahora miro desde la orilla como destruyes barcos
Imaginando volver a tocar tu corazón
Me consuela pensar que somos viento blanco
Quizá nos abrazarnos con el anticiclón.


viernes, 5 de diciembre de 2014

DJ Tradicional VS. DJ Contemporáneo (1/3): Introducción y Catalogación



INTRODUCCIÓN:

Cualquier cosa en esta vida que goces, que te defina o que te dé de comer acaba exigiendo una toma de postura. Esto es, dentro de los elementos del tema, elegir cuales son más auténticos y cuales los más nocivos para el propio movimiento, disciplina o hábito. Como DJ, esta dinámica de pensamiento no me es extraña, pues la profesión (y el acto de la ambientación musical en sí) ha visto muchos cambios, sobre todo tecnológicos, que han terminado por generar un cisma entre formatos de pinchar y géneros musicales tan grande que podemos llegar a dudar sobre lo que realmente es un DJ.

Como digo, he pasado mucho tiempo con esa dinámica mental y quiero pararla. Con el presente texto pretendo encuadrar las dos escuelas principales de pinchar (por llamarlo de alguna manera) a nivel profesiona, definirlas (a base de generalizar, soy consciente) y ponerlas una enfrente a la otra para que luzcan sus glorias y miserias delante de nosotros para poder hallar sus principales valores, así como remataremos al final del texto los varios cabos sueltos que este esfuerzo catalogador tendrá que dejar a su paso.




DJ Tradicional

Descripción: Básicamente, el DJ en vinilo. El concepto de pinchar originalmente popularizado en los 70 y del cual han devenido el resto. La popularización de esta figura fue tal que las canciones (fueran de disco o no) empezaron a tener principios y/o momentos abiertamente instrumentales y pensados para ejecutar la mezcla. Esto se pudo hacer físicamente gracias a la aparición del MAXI-single, reformulación del concepto single de 7” pasado a 12”, aunque a la misma velocidad.

Contexto: Durante los 70 aparecen dos tipos de DJs diferentes, aunque extremadamente ligados entre sí. Uno, el DJ de discoteca. Dos, el DJ de hip-hop. Los dos vibran y se vertebran por la música afroamericana del momento, pero con matices. El primero logra crear cambios en la industria de la música, así como que populariza un nuevo tipo de espectáculo nocturno. El segundo fue el elemento clave que funda el movimiento hip-hop y que llevaría el acto de pinchar hasta el nivel de arte con la creación del turntablism. La propia filosofía del hip-hop, basada en parte en la búsqueda del conocimiento y en respeto por los ancestros, convierte al DJ en un incansable buscador de vinilos que llegará a tachar las galletas de los mismos para que nadie pueda saber qué temazo está pinchando, incrementando así su prestigio.

Ambos tipos de DJ hasta el día de hoy se siguen retroalimentando. Principalmente, porque al primero le gustaría tener el estilo y la filosofía del segundo, y al segundo le gustaría tener la pasta e influencia del primero.



Conseguir la música: El DJ Tradicional, hoy, ayer y siempre, compra discos. Si son nuevos, además tienes la consciencia de que estás apoyando de verdad al artista, mientras consumes su obra en formato de gran calidad. Si son vinilos viejos, te espera todo un mundo de aventuras a la búsqueda del recóndito partepistas. Todavía en el año 2014 existe gran cantidad de música en vinilo que no está digitalizada ni circulando por internet, así que el medio aún ofrece momentos excitantes. En tu tienda de discos local es posible que encuentres buen material a precio razonable.

Pinchar la música: La elaboración de la mezcla en vinilo es muy complicada, y originalmente solo se podía llegar a ella tras escuchar mucha música y hacer todavía más pruebas. Al tener todos tus temas en función del BPM que elijas, procedes a construir la mezcla. Y aquí empiezan todo tipo de pruebas, pues cada vinilo se encontrará en un estado de conservación diferente. Probablemente, con distintos volúmenes. Con distinto peso y acabado, haciendo su manipulación más complicada. Y conllevando un desgaste de cada grabación que, si pasas 20 años pinchando el mismo disco, acabarás viendo.

Aparte, has de saber calibrar el plato a tu gusto para estar suelto y hacer un rápido cálculo mental de cuenta fuerza puedes aplicar al manipular el tema, porque un salto de aguja en el momento justo que sueltas la canción puede ser sencillamente mortal.

Si esto fuera poco, debes de llevar de cabeza (o apuntado, aunque no es muy útil aquí) todos los puntos de entrada y salidas de los temas (CUE), que según el género que mezcles te permiten más margen de error o menos.



Valoración positiva: El DJ tradicional vive en una permanente búsqueda del beat perfecto, donde el hecho de estar en un garito escuchando ese tema no solo refleja tu buen gusto, sino el tiempo que lo has buscado y el dinero que has podido invertir. El acabado de la mezcla refleja también horas y horas de trabajo que se materializan al subir a la cabina, y muchas veces es ahí donde se quedan.

A pesar de cómo internet ha alterado profundamente la figura del DJ tradicional, a día de hoy todavía sigue pudiendo ir a una tienda de discos cualquiera y encontrar un temazo por cuatro duros y partir la fiesta, aún sin mezclarlo. Esa es la verdadera magia de la profesión.

El DJ tradicional supone un preservador de las formas primigenias de proceder y, desde la perspectiva del hip-hop, está bañado por la constante necesidad de innovación y superación.

Valoración negativa: En un mundo indiferente hacia todo lo que suponga un esfuerzo real, pinchar en vinilo no recibe de forma extendida la valoración que se merece, ni por parte del público ni de los promotores. Por esto hay que llevar casi siempre el propio equipo a las sesiones, encareciendo así las mismas y dificultando aún más que estas se produzcan.

Una devaluación de las sesiones en vinilo conlleva también una falta de interés e inspiración por parte de los DJs, que se ven echando horas para hacer algo con un final poco valorado y aún peor pagado. Todas estas trabas, claro está, alejan a las nuevas generaciones y hacen del paso de la antorcha algo incierto.

Por si todo esto fuera poco, internet ha marcado a fuego el precio de todos los vinilos de la Historia, así que ahora, cuando escuchas el temazo en el garito, no tienes totalmente la consciencia de que lo ha encontrado cogiendo polvo por ahí o lo ha heredado. Ahora siempre cabe la posibilidad de que haya soltado las cantidades abusivas de dinero que piden por ciertos discos. Y eso le quita el encanto y condiciona la calidad a un factor económico.



DJ Contemporáneo

Descripción: Habitual en los contextos electrónicos, indies y de cualquier género creciente, el DJ Contemporáneo controla todas las tendencias en boga y tiene medios para mezclarlas a la perfección.
El progreso tecnológico, unido a la consolidación del DJ como figura indispensable de la noche, han dado con un nuevo estado de creación en la cabina nunca antes visto.

Contexto: El mundo del DJ, ligado desde su origen a lo avanzado y a la frescura, va aceptando y adaptando progresivamente todos los cambios tecnológicos y musicales. Los 80 encubran al DJ de electrónica mientras la influencia del hip-hop se pierde (o relativiza). Los 90 traen los mezcladores de CD, que ya supone el primer vuelco generacional hacia un formato más manejable, aunque no por ello de mejor calidad. Los 00 entran en barrena con el formato MP3 y su segunda oleada de cambios en el medio para consumar por fin en la presente década de los 10 donde las posibilidades a la hora de seleccionar, mezclar y producir el material para pinchar  son inmensas. Tal es el progreso que se puede pinchar temas en digital usando tocadiscos (Serato, Traktor, etc).



Conseguir la música: El DJ Contemporáneo tiene acceso a una cantidad de música prácticamente ilimitada. Música la cual puede encontrar incluso en formatos de alta calidad, lo que hará del sonido de la sesión algo más mimado. Además, el DJ Contemporáneo puede hacerse con toda esa música gratis, lo que puede conllevar un catálogo de temas muy amplio. La opción de pagar la música también está disponible, claro. No todos los DJs contemporáneos aprovechan las trampas.

Pinchar la música: El desarrollo de la tecnología ha hecho de pinchar un proceso poderosamente más cómodo que antes. Actualmente puedes ordenar y analizar el BPM de los temas y hacer tus selecciones. En esos mismo temas, ya dentro del programa de pinchar, puedes marcar los puntos de CUE y lanzarlos con el disparador como quieras. Puedes observar también en la pantalla toda la onda sonora del tema y cómo éste va transcurriendo, señalando también los compases. Existe incluso la tecnología que te permite analizar tonalmente las canciones, y para conjugar todos estos detalles a la perfección dispones de un botón para cuadrar automáticamente los temas. Todo esto, y alguna cosa más que seguro ignoro. Conseguir un acabado excelente en una sesión es algo bastante sencillo para el DJ contemporáneo.



Valoración positiva: El DJ Contemporáneo dispone de todo tipo de posibilidades y facilidades a la hora de pinchar. Aun siendo el espectáculo muy complicado, la maquinaria es fácil de usar, transportar y reemplazar. El software ofrece un abanico de posibilidades en constante crecimiento y puedes acceder a prácticamente toda la música registrada de la Historia en buena calidad. Y gratis.
El DJ Contemporáneo es frecuente en ambientes donde se valora más la figura del DJ, y trabaja con géneros musicales que no suelen entrañar gran dificultad a la hora de mezclarlos.

Valoración negativa: La cantidad de esfuerzo puede llegar a ser tan mínima que es casi vergonzoso pretender cobrar lo que algunos cobran. El máximo trabajo está en la selección y preparación del material, que tampoco entraña un gran misterio. La tecnología actual dificulta a la audiencia saber si el DJ que están escuchando está haciendo algo realmente, o incluso si ese algo realmente se puede considerar hacer algo.

Parte 2.