viernes, 3 de agosto de 2012

La Muerte del Maestro.

Allá donde me extingo, tú floreces.

Quieras o no, tienes un deber con tu sangre.

Tu familia será tu pueblo, y tu pueblo será todo y todos aquellos a los que ames.

Hay un líder en ti, pequeño. Un renovador natural. Eres bisagra entre mundos.

Crece libre, y crece siempre. Eres el más bello jardín. Ésta es toda la luz que he podido darte. La posteridad me aguarda ahora. Seré piedra que avive el recuerdo. Pero no puedo irme sin antes darte mi bendición.

Seguirás mi trazo hasta hacerlo tuyo.

Fluirás cabalgando a lomos del amor.

Serás luz del conocimiento. Serás bien sobre mal. Serás dador de vida.

Serás divino cuando quieras ser divino.

Sé que eres muy chico aún y que no entiendes nada. Pero lo estás sintiendo todo.

Y a mí podrás sentirme por siempre.